El alma de la luna paisaje salvaje
lleno de galerías recodos y paramos
batidos por el viento hecho ventisca
se esconde tras el explorador sol
que se adentra en las selvas sonoras
de la cadencia de la cuidad empezando
a reflexionar cada rincón nacido
creado con la luz que acaricia y
calienta con sus antorchas de viento
llena de trazos de tela que se agitan a su compás.
Soy noche y día,soy veleta que se deja enredar
por el viento que se agita y abre ventanas y
puertas,se duerme se despierta ,velado anochecer
que despierta a los días,edad sin cuerpos
toca con sus dedos los invisibles vientos
exploradores de lugares de tiempos
de olores de travesias besadas a través
de Océanos,llegan hasta las rejas vestidas,
bailando memorias,recuerdos de cuerpos tibios
embolviendo y jugando con los días,el viento,
el tiempo se estremece meciendolos
Soledad.B