Fotografia Soledad Bezanilla
La lluvia desgarra un cielo incoloro
paraísos físicos entre los perfumes
de la noche
bañeras de porcelanas blancas desbordándose
de agua en la piel opulenta
que evoca mi cuerpo pálido de sabanas
blancas
vaporosa humedad de tu labio rojo
sonidos de medianoche tras la ventana
con veladas disonantes de la ciudad
encendida
en mis sienes se calma la sonara
tormenta
sonora como el ritmo sin tregua
de tus besos emboscados entre tus manos
en un encuentro crecido como agua
para la sed
queriendo saciarla derribando muros
código indescifrable que derribamos
piel con piel
horas que no existen
más allá de las paredes de la casa
sosteniéndose de ladrillos y miramos
al suelo
de nuestros pies
queriendo inventar un pájaro para
saber
si el aire existe en los rieles de la
luz
en la arcana certeza del amanecer
naciéndose contigo, con nadie
con los ojos abiertos que ya
olvidaron
lo único cierto nace y muere el
recuerdo
en esta realidad presente
la luz duerme sobre palabras de
ilusiones yertas.
Soledad B.